Cada mañana, al contemplar el alma del amanecer, busco en el alma de la gente aquello que es el ser, ese ser entre los seres, quien sabe hacer desaparecer la fealdad de este mundo para ver las verdades en el mar del Hades. Aprender a dejar crecer un alma maravillosa, capaz de ver entre las mentiras del ser; saber amar a quienes nunca aprendieron a ser, a esos seres amados que jamás vivieron el sueño de descubrir su propio camino sobre el abismo de no conocer su destino.
Disfruta tu vida, vive el destino de los seres vivos y ama la vida que te ha sido dada; ríe, camina, y repite siempre que nunca te pierdes, porque donde llegues, eso es lo que importa, eso es lo que será. Lo que quiero que sepas es que deseo ser lo que eres. Eres maravillosa, un ser de amor, un alma verdadera, un ser humano generoso, un ángel de esta era.
Te amo profundamente, como se ama una risa sincera, como el mar que nunca deja de ser mar, como quien ya ha entregado el alma al amar. Así se ama la vida de verdad: igual que reírse en vez de llorar.