Neurofarmacología de la Enfermedad Mental: Una Breve Introducción
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Neurofarmacología de la Enfermedad Mental: Una Breve Introducción

Neurofarmacología de la Enfermedad Mental: Una Breve Introducción


Fundamentos de la Neurobiología y el Trastorno Depresivo Mayor

Introducción: El Lenguaje del Cerebro

El cerebro humano contiene aproximadamente 86 mil millones de neuronas, cada una comunicándose a través de mensajeros químicos conocidos como neurotransmisores1. Estos mensajes son decodificados por receptores, proteínas especializadas incrustadas en la membrana neuronal que responden a neurotransmisores específicos como cerraduras que aceptan solo ciertas llaves. Cuando se activan, los receptores desencadenan cambios eléctricos y químicos en la neurona, influyendo en todo, desde la percepción hasta la emoción1.

Los receptores se dividen en dos tipos principales: ionotrópicos y metabotrópicos.

  • Los receptores ionotrópicos son de acción rápida, formando canales iónicos que se abren inmediatamente al unirse un neurotransmisor. Por ejemplo, los receptores GABA-A permiten que los iones de cloro entren en las neuronas, produciendo un efecto inhibitoria que calma la actividad cerebral1. Clonazepam, una benzodiacepina, potencia la actividad del receptor GABA-A, aumentando la entrada de cloro 2.3 veces y reduciendo síntomas como la ansiedad y el HPPD2.

  • Los receptores metabotrópicos, o receptores acoplados a proteínas G (GPCRs), activan cascadas de señalización intracelular más lentas pero de mayor duración. Por ejemplo, los receptores serotoninérgicos 5-HT1A modulan el estado de ánimo y la percepción del dolor3. Los ISRS, como sertralina, aumentan los niveles de serotonina, desensibilizando los autoreceptores con el tiempo y aliviando finalmente los síntomas de la depresión4.

Farmacológicamente, los ligandos son moléculas que se unen a los receptores e incluyen:

  • Agonistas (activan los receptores),
  • Antagonistas (bloquean los receptores),
  • Agonistas parciales (activan subóptimamente los receptores), y
  • Moduladores alostéricos (modulan las respuestas de los receptores).

Por ejemplo, aripiprazol actúa como un agonista parcial en los receptores D2 y D3 de dopamina, estabilizando la actividad dopaminérgica en el sistema mesolímbico sin un bloqueo o estimulación excesivos5.

Esta comunicación mediada por receptores forma la base de los medicamentos neuropsiquiátricos, permitiendo la modulación precisa de los circuitos cerebrales involucrados en el estado de ánimo, la cognición, la percepción y el comportamiento.


El Paisaje Neuroquímico de las Enfermedades Mentales

Trastorno Depresivo Mayor: Cuando los Neurotransmisores No Logran Comunicarse

Imagina despertarte y no sentir nada. Las cosas que antes traían alegría—la música, la risa, incluso el calor del sol—ahora se sienten distantes, apagadas o sin sentido. El Trastorno Depresivo Mayor no es solo tristeza; es un vaciamiento. Es arrastrarse a través del día con un peso en el pecho y una niebla en la mente. La concentración se escapa, el sueño no ofrece descanso, e incluso las tareas simples se sienten monumentales. Esta es la realidad para millones que viven con TDM—una condición que no se basa en debilidad, sino en la química errónea del cerebro.

La investigación indica que la depresión involucra alteraciones en tres sistemas clave de neurotransmisores:

  • Serotonina (5-HT): En la depresión, los autoreceptores 5-HT1A en el núcleo dorsal del rafe (DRN) se vuelven menos sensibles, lo que lleva a una liberación desregulada de serotonina6. Las vías compartidas en la médula espinal y el sistema límbico contribuyen al dolor y la insensibilidad emocional. El 65% de los pacientes con dolor crónico también sufren de depresión7.

  • Noradrenalina (NE): En la depresión, el locus coeruleus se desregula, lo que lleva a fatiga y ansiedad. Milnacipran, un SNRI, restablece los niveles de NE y serotonina, ayudando en la depresión relacionada con el dolor8.

  • Dopamina (DA): La hipofunción en el área tegmental ventral (VTA) causa anhedonia. Los fármacos más recientes dirigidos a los receptores D3 modulan los circuitos de recompensa9.

El tratamiento de primera línea a menudo incluye ISRS como sertralina10. Para los pacientes con dolor, se prefieren los IRSN. Los casos resistentes al tratamiento pueden beneficiarse de vortioxetina o rTMS11.


Esquizofrenia, Psicosis y Trastornos Relacionados

Cuando la Realidad se Fragmenta

Para alguien con esquizofrenia o un trastorno psicótico, la mente no solo se dobla, sino que se quiebra. La realidad, que antes era firme y familiar, se vuelve fluida e inestable. Voces susurran de ningún lado. Las sombras se estiran hasta convertirse en amenazas. Los pensamientos dejan de sentirse privados. Imagina no estar seguro de si tus recuerdos son realmente tuyos, o si las personas a tu alrededor son reales. No es solo miedo—es una desorientación tan profunda que incluso tu propio ser puede sentirse como un extraño. Este desmoronamiento no es una elección ni un defecto en el carácter—es el resultado de una química cerebral alterada, donde las señales destinadas a mantener la realidad en su lugar giran descontroladamente fuera de control.

La hipótesis de la dopamina sugiere que la actividad excesiva de los receptores D2 en la vía mesolímica causa alucinaciones y delirios12. Cocaína y THC sobreestimulan esta vía. El THC actúa sobre los receptores CB1, aumentando la liberación de dopamina en el núcleo accumbens, duplicando el riesgo de psicosis13.

La hipótesis del glutamato enfatiza la hipofunción del receptor NMDA, lo que lleva a déficits cognitivos14. Glicina, un co-agonista del NMDA, puede mejorar los síntomas15.

También están involucrados los receptores de serotonina 5-HT2A. LSD y psilocibina estimulan estos receptores, imitando la psicosis16. Los antipsicóticos atípicos como olanzapina los bloquean17.

Amisulprida, un antagonista D2, reduce los síntomas positivos con menos efectos secundarios motores18. El tratamiento temprano puede llevar a una remisión del 60–70%19.


RLS, Insomnio, Parkinson’s y HPPD

Síndrome de Piernas Inquietas (RLS): Fallos en los Circuitos Motores

El RLS se caracteriza por sensaciones incómodas en las piernas y una necesidad incontrolable de moverlas. La disfunción en la señalización dopaminérgica en la sustancia negra y en los circuitos de la médula espinal es la base de la condición20.

Comienza como un hormigueo, una sensación de arrastre profunda en las piernas—lo suficiente para mantenerte despierto, lo suficiente para volverte loco. La necesidad de moverlas es imparable. Te cambias de posición, estiras, caminas por la habitación a las 3 a.m., desesperado por encontrar alivio. El sueño se convierte en un campo de batalla, y tu propio cuerpo en el enemigo. Para aquellos con RLS, el descanso no es reparador—es una lucha contra un sistema nervioso que no se queda quieto.

  • Los agonistas de los receptores D2/D3 como el pramipexol alivian los síntomas restaurando el tono dopaminérgico21.
  • Sin embargo, el uso crónico puede causar augmetación, donde los síntomas empeoran con el tiempo.
  • Los ligandos alfa-2-delta como el gabapentina enacarbil actúan sobre los canales de calcio, reduciendo los síntomas sensoriales sin afectar la dopamina22.

Insomnio: El Cerebro que No Quiere Apagarse

El insomnio implica una hiperactivación en el hipotálamo, corteza prefrontal y los centros de activación del tronco encefálico. Las neuronas de orexina en el hipotálamo permanecen anormalmente activas, retrasando el inicio del sueño23.

Estás agotado, pero tu cerebro no lo entiende. Sigue funcionando como si fuera aún de día, revisando recuerdos, generando preocupaciones, negándose a calmarse. La cama se convierte en una prisión de vigilia. Miras las horas pasar, el corazón ligeramente acelerado, la mente girando sobre pensamientos que no puedes apagar. El insomnio no es solo la falta de sueño—es estar atrapado en un cuerpo que ha olvidado cómo dejar ir. Como una bombilla encendida con un interruptor roto que no puede apagarse ni atenuarse.

  • Los antagonistas duales de orexina (DORAs) como el suvorexant bloquean los OX1R y OX2R, permitiendo que el sueño natural se reanude.
  • Los agonistas del receptor GABA-A (e.g., zolpidem) aumentan el tono inhibitorio en el interruptor de sueño-vigilia, aunque conllevan riesgos de dependencia24.

Enfermedad de Parkinson: Cuando la Dopamina se Agota

El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que implica la muerte progresiva de neuronas dopaminérgicas en la pars compacta de la sustancia negra25.

Coges una taza y tu mano tiembla. Intentas caminar y tus pies dudan. Con el tiempo, tus movimientos se vuelven más pequeños, rígidos—como si tu cuerpo estuviera olvidando lentamente cómo moverse. La Enfermedad de Parkinson no ataca de golpe; se desliza, erosionando la facilidad de las acciones cotidianas. Bajo la superficie, la dopamina—la sustancia química que hace que el movimiento sea fluido—desaparece, y con ella, la gracia sin esfuerzo de estar en tu cuerpo.

  • Los síntomas característicos—bradicinesia, rigidez, temblor—se deben a la pérdida de dopamina en la vía nigroestriatal.
  • El tratamiento se centra en el levodopa, un precursor de dopamina que atraviesa la barrera hematoencefálica.
  • Los inhibidores de la MAO-B (e.g., rasagilina) y los inhibidores de la COMT (e.g., entacapona) prolongan la disponibilidad de dopamina26.
  • Los adjuntos no dopaminérgicos (e.g., amantadina, un antagonista NMDA) ayudan a reducir la discinesia inducida por L-DOPA27.

Las Sombras Duraderas — HPPD y el Panel de Control de Receptores

Cuando el Viaje Nunca Termina

Algunas personas desarrollan Trastorno de Percepción Persistente por Alucinógenos (HPPD) después de usar sustancias psicodélicas, experimentando alteraciones visuales como nieve visual, imágenes residuales y desrealización20.

Imagina un viaje completo de LSD, después de 18 horas intentas dormir, lo que finalmente ocurre después de horas de estar despierto—solo para despertar al día siguiente aún en el mismo viaje que parece no terminar. El mundo a tu alrededor brilla con estática, las luces dejan estelas, y la realidad se siente extrañamente distante, como si la estuvieras observando a través de un cristal o desde muy lejos de tu mente. Para las personas con HPPD, el resplandor de un viaje se convierte en una realidad inquietante. No es místico—es desorientador. Los lugares familiares se sienten extraños, tus propios pensamientos se sienten distantes. Un extraño te mira desde el espejo. ¿Quién eres tú? Te preguntas. Las cosas se sienten irreales. Como si estuvieras soñando. No sabes si atravesarás la silla al sentarte. Lo que antes era una experiencia fugaz ahora persiste como una sombra, reprogramando la percepción mucho después de que la droga haya dejado el cuerpo.

  • La sensibilización crónica de los receptores 5-HT2A en los circuitos visuales y talámicos causa hiperexcitabilidad20.
  • La hiperconectividad entre la Red de Modo Predeterminado (DMN) y las cortezas sensoriales puede atrapar a los pacientes en bucles de percepción alterada21.
  • El tratamiento incluye:
    • Lamotrigina: estabiliza la liberación de glutamato.
    • Clonazepam: aumenta la actividad del receptor GABA-A, reduciendo la excitación cortical22.

La Red de Modo Predeterminado (DMN) y su Papel en el HPPD

La Red de Modo Predeterminado (DMN) es una red de regiones cerebrales que está activa cuando estamos en reposo, no enfocados en el mundo exterior y no realizando ninguna tarea específica. A menudo se asocia con pensamientos autoreferenciales, divagación mental e introspección. En circunstancias normales, el DMN permanece relativamente tranquilo cuando estamos activamente involucrados en el mundo exterior. Sin embargo, en personas con Trastorno Persistente de Percepción por Alucinógenos (HPPD), esta red se vuelve hiperconectada, lo que significa que el DMN está inusualmente activo e interactúa fuertemente con las regiones sensoriales, incluidas las responsables del procesamiento visual.

Esta hiperconectividad atrapa a las personas en un bucle de retroalimentación donde los pensamientos autoreferenciales se fusionan con la entrada sensorial de manera desconcertante e intrusiva. Por ejemplo, en lugar de simplemente experimentar la realidad tal como es, los límites entre la autoconciencia y la percepción sensorial pueden desdibujarse, creando percepciones distorsionadas del entorno, donde se siente como si la mente estuviera en un estado constante de realidad alterada. Esto puede resultar en la sensación de estar "atrapado" en el estado inducido por la droga, incluso mucho después de que la sustancia haya dejado el cuerpo.

La interferencia del DMN en el HPPD es una de las razones por las cuales los lugares familiares pueden empezar a sentirse extraños y por qué la percepción de la realidad puede volverse distorsionada. En lugar de la función habitual de "reposo" del DMN, este amplifica y distorsiona la experiencia sensorial, evitando que las personas "reinicien" su percepción a un estado normal, atrapándolas en un estado continuo de disrupción perceptual.

Tratamiento y el Papel del DMN

Para contrarrestar la hiperconectividad del DMN y su impacto en el HPPD, se utilizan frecuentemente Lamotrigina y Clonazepam.

  • Lamotrigina estabiliza la liberación de glutamato, que juega un papel crítico en la regulación del DMN. Al modular la neurotransmisión excitatoria, la lamotrigina puede ayudar a reducir la activación excesiva de esta red, restaurando un estado más equilibrado de percepción.

  • Clonazepam, que potencia la actividad de GABA-A, reduce la excitación cortical, lo que podría calmar las conexiones sobreactivas entre el DMN y las áreas de procesamiento sensorial, ayudando así a aliviar las distorsiones perceptuales abrumadoras asociadas con el HPPD.

Juntas, estas opciones de tratamiento pueden ayudar a reducir la actividad neuronal descontrolada dentro del DMN y los circuitos sensoriales, proporcionando alivio de las perturbaciones visuales persistentes y desconcertantes que definen el HPPD.

Visión General de los Receptores: El Panel de Control Farmacológico

La siguiente tabla proporciona una visión más detallada sobre los roles de neurotransmisores clave y sus receptores asociados, destacando sus efectos fisiológicos y cómo diversos fármacos interactúan con estos receptores. Esta guía puede ayudar a comprender mejor cómo los distintos agentes farmacológicos modulan la actividad cerebral y el comportamiento.

Neurotransmisor Receptores Funciones Fármacos Relevantes
Serotonina (5-HT) 5-HT1A Regulación del estado de ánimo, percepción del dolor, efectos ansiolíticos. Implicado en la reducción de la ansiedad, mejora del estado de ánimo y regulación del dolor nociceptivo. ISRS (e.g., sertralina) aumentan la disponibilidad de serotonina; Buspirona (agonista parcial).
5-HT2A Percepción, efectos psicodélicos, alucinaciones. También involucrado en el estado de ánimo y la cognición. Receptor clave en la acción de alucinógenos como el LSD. Antipsicóticos (e.g., Olanzapina, Clozapina) bloquean 5-HT2A, reduciendo la psicosis y alucinaciones.
5-HT3 Náuseas, vómitos, transmisión del dolor, particularmente en el intestino. Mediadores de la respuesta emética y malestar visceral. Ondansetron (antagonista 5-HT3) usado en náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia (CINV).
Dopamina (DA) D1 Cognición, control motor, vías de recompensa. Los receptores D1 son importantes en el aprendizaje, la memoria y las funciones ejecutivas. Investigacional (agonistas D1, como el Bromocriptina, pueden tener potencial de mejora cognitiva).
D2 Psicosis, paranoia, alucinaciones. La sobreactividad en la vía mesolímbica está asociada con esquizofrenia y manía. Antipsicóticos (e.g., Risperidona, Amisulpride) bloquean los receptores D2 para aliviar los síntomas psicóticos.
D3 Adicción, ansias, pensamiento orientado a objetivos, comportamiento de búsqueda de drogas. Los receptores D3 en el sistema límbico juegan un papel en la recompensa y la motivación. Cariprazina (agonista parcial) modula la actividad de D3, y se usa en esquizofrenia y trastorno bipolar.
Norepinefrina (NE) α1, α2, β1, β2 Alerta, enfoque, regulación del estado de ánimo, atención. La NE juega un papel en la modulación del sistema nervioso simpático, aumentando la excitación y las respuestas de lucha o huida. ISRSN (e.g., Duloxetina) aumenta la norepinefrina para tratar depresión y dolor crónico; atomoxetina usada en TDAH para mejorar el enfoque.
Glutamato NMDA Aprendizaje, memoria, plasticidad sináptica. Implicado en funciones cognitivas superiores y potenciación a largo plazo. La disfunción está relacionada con enfermedades neurodegenerativas y esquizofrenia. Memantina (antagonista NMDA) usado en Alzheimer para proteger las neuronas de la excitotoxicidad; Glicina como co-agonista en el receptor NMDA para mejorar la cognición.
GABA GABA-A Inhibición de la actividad neuronal. Neurotransmisor inhibidor principal que calma la actividad cerebral, reduce la ansiedad y promueve el sueño. Benzodiazepinas (e.g., Clonazepam) aumentan la actividad del receptor GABA-A, usadas en ansiedad, control de convulsiones y tratamiento del insomnio.
GABA-B Modulación del tono, reflejos espinales, relajación muscular. Desempeña un papel en la transmisión del dolor y el control motor. Baclofeno (agonista GABA-B) usado en espasticidad muscular, manejo del dolor en condiciones como la esclerosis múltiple.
Histamina (H) H1 Vigilia, respuestas alérgicas. La histamina en el cerebro regula la alerta y atención, mientras que los receptores H1 periféricos median las reacciones alérgicas. Quetiapina (antagonista) bloquea los receptores H1 para promover la sedación y el sueño en condiciones como el insomnio.
Opioide Mu Alivio del dolor, recompensa. Implicado en la experiencia de euforia y analgesia. La activación de los receptores mu puede llevar a la adicción. Morfina (agonista mu) usada para el dolor severo; Naloxona (antagonista mu) usada en el manejo de sobredosis.
Orexina OX1R/OX2R Vigilia, excitación, ciclo sueño-vigilia. La orexina promueve la alerta y está implicada en la regulación de trastornos del sueño como el insomnio. Suvorexant (antagonista de orexina) usado en el tratamiento del insomnio promoviendo el sueño.

Serotonina (5-HT)

  • 5-HT1A: Este receptor es crucial para la regulación del estado de ánimo y la ansiedad. Actuando como un autoreceptor inhibitorio, controla la liberación de serotonina, jugando un papel clave en la estabilidad emocional y el manejo del dolor. Fármacos como ISRS aumentan la disponibilidad de serotonina, ayudando a aliviar los síntomas de la depresión y la ansiedad. Buspirona es un agonista parcial en 5-HT1A, usado en el tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada.

  • 5-HT2A: Este receptor está principalmente involucrado en la percepción y la cognición, jugando un papel en el procesamiento sensorial. Es más conocido por su participación en los efectos de sustancias psicodélicas como LSD, psilocibina y mescalina, que son agonistas de 5-HT2A. Los fármacos antipsicóticos como olanzapina bloquean estos receptores, lo que ayuda a controlar la psicosis al reducir las alucinaciones.

  • 5-HT3: Los receptores 5-HT3 median las náuseas y los vómitos, particularmente durante la quimioterapia o en trastornos gastrointestinales. Ondansetron, un antagonista 5-HT3, bloquea estos receptores, previniendo la sensación de náuseas y reduciendo la severidad del vómito.

Dopamina (DA)

  • D1: Los receptores D1 están involucrados en la cognición, la memoria y la función ejecutiva, y su activación juega un papel significativo en el aprendizaje y la toma de decisiones. Su disfunción ha sido implicada en trastornos como la enfermedad de Parkinson y esquizofrenia. Los fármacos dirigidos a los receptores D1 aún son principalmente investigacionales, pero tienen potencial para tratar los déficits cognitivos asociados con estas condiciones.

  • D2: Los receptores D2 están profundamente implicados en trastornos psicóticos como esquizofrenia y trastorno bipolar. Su sobreactividad en la vía mesolímbica está asociada con síntomas de psicosis, como delirios y alucinaciones. Los antipsicóticos como risperidona y amisulpride bloquean los receptores D2, lo que ayuda a aliviar estos síntomas. Sin embargo, un bloqueo excesivo puede llevar a síntomas extrapiramidales (EPS) o trastornos del movimiento.

  • D3: El receptor D3 está principalmente involucrado en la recompensa, motivación y adicción. Desempeña un papel central en el comportamiento de búsqueda de drogas, ansias y pensamiento orientado a objetivos. La desregulación de D3 se ha vinculado a abuso de sustancias y comportamientos compulsivos. Medicamentos como cariprazina actúan como agonistas parciales en los receptores D3, ofreciendo beneficios terapéuticos en esquizofrenia y trastorno bipolar.

Norepinefrina (NE)

  • α1 y β1: Estos receptores están involucrados en la regulación de la alerta, la excitación y el estado de ánimo. Se activan durante las respuestas al estrés y en los estados de lucha o huida. Su disfunción puede contribuir a la ansiedad, el TDAH y la depresión.

  • α2: Este receptor tiene efectos inhibitorios sobre la liberación de norepinefrina y juega un papel en la regulación de la atención y el enfoque. Clonidina, un agonista α2, se usa para tratar el TDAH y reducir los síntomas de hiperactividad.

Glutamato (NMDA)

  • NMDA: Los receptores NMDA son clave en el aprendizaje y la memoria, regulando la plasticidad sináptica y facilitando la potenciación a largo plazo (LTP), un proceso esencial para la formación de recuerdos. Memantina se usa para tratar el Alzheimer, donde la sobreactivación del receptor NMDA contribuye a la neurodegeneración, mientras que glicina potencia la función del receptor NMDA para mejorar potencialmente la cognición.

GABA (Ácido Gamma-Aminobutírico)

  • GABA-A: Los receptores GABA-A median la neurotransmisión inhibidora rápida y están involucrados en la reducción de la excitabilidad neuronal. Son objetivo de las benzodiazepinas (e.g., clonazepam) para inducir efectos ansiolíticos, tratar el insomnio y controlar los trastornos convulsivos.

  • GABA-B: Estos receptores modulan el tono en la relajación muscular y los reflejos espinales, lo que los hace útiles para tratar condiciones como la espasticidad. Baclofeno es comúnmente recetado para la espasticidad en enfermedades como esclerosis múltiple.

Opioide (Mu)

  • Mu: El receptor mu-opioide es el objetivo principal para el alivio del dolor y está involucrado en la sensación de euforia y recompensa. Morfina, un agonista mu, se usa para el manejo del dolor severo, pero su activación crónica puede llevar a la adicción. Naloxona, un antagonista mu, se usa para revertir la sobredosis de opioides y contrarrestar los efectos eufóricos de los opioides.

Orexina (OX1R/OX2R)

  • OX1R/OX2R: Las orexinas son neuropéptidos que regulan la vigilia y el ciclo sueño-vigilia. Suvorexant es un antagonista de los receptores de orexina que bloquea estos receptores para promover el sueño en pacientes con insomnio al reducir la excitación y facilitar la iniciación del sueño.

References

Footnotes

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